Acércate todos los días, a la palabra del señor, a su testimonio y conoce como su poder y su grandeza se manifiestan en cada uno de sus hijos, porque Dios es amor, Dios es bondad, Dios es misericordioso, realiza esta oración todos los días antes de salir de casa y ora por los milagros de nuestro señor, por su inmensa grandeza y por su amor hacia cada uno de nosotros, un padre amado que nunca te abandonara.
Dios no me desampares y no permitas que se cierren las puertas de mi camino, a menos que tú la cierres con tu mano poderosa y no me dejes entrar en los lugares que no me conviene, padre celestial aquí he llegado con la fe absoluta de mi alma arrepentida, a buscar tu maravillosa misericordia en este día que me tienes preparado.
Señor, en esta hora perfecta, limpia, disuelve, consume, borra, transmuta para siempre desde hoy hasta la eternidad todo rastro de maldad, rabia, rencor, lujuria, ira, resentimiento, egoísmo de mi alma que desaparezca, y vuelva el brillo original que el padre celestial me regalo desde un principio.
Amado Dios, Sagrada presencia bendita en esta hora, en este lindo amanecer, suele verter su dulzura en los corazones de los más desprotegidos así sea tu dulzura penetrante como símbolo místico de fe, que mis alabanzas y oraciones lleguen a ti con la misma fuerza y jamás de caer para siempre estar junto a ti.
A tus pies dejo mis oraciones y suplicas, llena de fe y confianza a ti mi señor, te pido de corazón que derrames en mi vida un caudal de bendiciones, que mi corazón y alma se alimenten todas las mañanas con tu dulce amor, quiero ser el mejor de tus hijos para adorarte y glorificarte.
Dios eterno, Seré un buen creyente y me comprometeré a cumplir cabalmente todos los preceptos que debe cumplir un buen hombre educado y honesto, para así ser el merecedor del derecho de recibir tu infinito amor, porque a tu lado me siento seguro.
Mi dios padre envía a mi encuentro a los ángeles celestes que contigo conviven, almas superiores que al igual que yo te veneran y te sirven, quien tenga el privilegio de ver y sentir el suave contacto de tus manos ya el milagro se ha realizado y la dicha se ha hecho presente en su vida. Amén.
Ora todos los días, ora de corazón y con fe, para que nuestro señor te bendiga todos los días, y tu camino esté libre de tropiezos, Dios es y será por siempre el máximo protector de sus hijos. Amén.