Mi San Judas Tadeo tu poderosa presencia fluya en mi mente y cuerpo con tu luz dorada resplandeciente, gran anfitrión de seres de sanación, destruye, disuelve y borra toda la enfermedad que se ha acumulado en las células y órganos de mi cuerpo y mente y sánalos para siempre.
Poderoso ser amado acerca tus manos en mi corazón y extrae todo aquello que no sea puro, acerca tus manos en mis ojos y saca de ellos todo lo que no es perfecto, acerca tus manos en mi cerebro y separa de mi mente todo lo que no es menos que perfecto y acaba con esa sustancia maligna al instante con tu fuego sagrado.
Mi santo patrón San Judas Tadeo, invísteme con tu resplandeciente llama blanca, cúbreme y mantenme casta y pura porque la luz de Dios gobierna en mí, pon tu orden, hazlo ahora, hazme tu milagro insisto en ello, pon tu orden contigo estoy, agarro tu mano, y haz cumplir mi plan de vida, pon tu poderosísima presencia, hazme un foco luminoso del gran poder de curación.
San Judas Tadeo derrama tu luz como una corriente de energía que a través y en contorno de todo mi cuerpo y mente y todo aquel que sienta esta radiante presencia de curación, consiga la cura al instante.
Poderoso amado san Judas Tadeo, dirige tu acción desintegradora de toda sugestión hipnótica que me mantenga atado a la miseria, aplasta el miedo, aplasta el sufrimiento y cárgame con tu conciencia de poder amoroso. Como siempre me escuchas, como siempre me atiendes, como siempre me llevas en tu sagrado corazón, bendito en la luz y bendito en la misericordia gloriosa del padre.
Mi amado san Judas Tadeo tu poder es mío, tu poder me glorifica, tu poder me nutre, tu poder es todo lo que quiero, el poder de estar sano, el poder de curar este cuerpo enfermo que se desintegra con el pasar del tiempo, pero que a través de tu energía me fortalezco.
Te invoco y me oyes mi San Judas Tadeo SANAME y te agradezco porque tu amparo es mío, te agradezco porque tu amor es mío, te agradezco porque tu salud es mía. Gracias en la luz, gracias en la paz y gracias por la salud. Amén.